INC", equivalente a una sociedad llamada "YO, S.A.", y que por tanto podemos auto-gestionar nuestra marca como si de una empresa se tratara.
Cuando los seres humanos disfrutan de los mismos atributos (como la formación, la experiencia, las aspiraciones) las personas tienden a ser vistas como números iguales, por lo que para la promoción individual, cada persona debe diferenciarse y mostrarse de modo distinto, único e irrepetible.
La Personal Brander Nancy Vázquez, Co-Fundadora de una de las principales agencias de Personal Branding,[11] define a la marca personal como el buen desarrollo y difusión del valor agregado que ningún otro profesional puede aportar al mercado y que se convertirá en la huella por la que los reclutadores o clientes eligen un talento sobre otro.
UU., las empresas utilizaron en sus procesos de reclutamiento en el 2011 la red social LinkedIn (87%), seguido por Facebook (55%) y Twitter (47%).
[13] En este escenario el curriculum vitae como soporte físico para encontrar trabajo está perdiendo utilidad.
[14] Igual que las empresas difunden sus marcas, autores como David Villaseca (2017) proponen sistemas para desarrollar el talento digital y difundirlo en medios digitales (web, blog, buscadores...) y sociales (como Linkedin).
Gracias a la era digital en la que nos encontramos el reto por ser reconocido es mucho más complejo, las personas no necesitan más que un celular con internet para aprender sobre cualquier tema y de igual manera, basta con un celular para obtener información sobre cualquier persona.
La Inteligencia Emocional aporta mucha información sobre cómo gestionar reacciones por parte del ser humano en cualquier circunstancia.
Esto coloca a las personas en el lugar de los productos, en los que se subvierten sus esfuerzos para parecer más humanos.
[16] Esta posibilidad es explotada por celebridades y políticos, ya que "comercializar personalidades individuales como productos" es una forma efectiva de ganar millones de admiradores no solo en línea sino también en la vida real.