[1] Al finalizar sus estudios, María Lara viajó con su Seat 600 hasta París y luego a Burdeos.
[1] En 1982 Lara hizo su tesis de licenciatura, titulada El Pop Art en España, y en ese mismo año recibió una beca del Ministerio de Cultura destinada a “Nuevas aportaciones a las artes plásticas”.
[2] Sus escuetas composiciones enfatizan la cualidad pictórica autorreferencial propugnada por Greenberg y ejemplificada por los conceptos del color field painting o all-over painting, sin hacer concesiones ni a la ilusión ni a la anécdota.
Son destacables también las muestras que hizo en la galería madrileña Rafael Pérez Hernando entre 2005 y 2011, donde se pudieron ver sus piezas más personales.
Su obra, por ello, se inserta en una genealogía de producciones artísticas caracterizadas por la renuncia a la expresión y la preocupación por la claridad expresiva o la racionalidad que parte de Mondrian, Kandinsky, Theo van Doesburg o De Stijl y llega hasta el arte concreto, el Op Art, el arte cinético, la pintura hard-edge, el minimalismo o el colour field painting.
Todas estas acepciones tienen en común algunos rasgos que genéricamente podemos calificar como abstracción geométrica.
[1] Desgrana su obra en múltiples obras que, sin atender a la seriación, insisten en la misma búsqueda bajo distintos aspectos, centrándose en el tratamiento del color inyectado de luz y de las relaciones cromático-lumínicas que se establecen en las telas.