Gracias a la educación recibida en el hogar su vida se vio marcada por la solidaridad hacia los más desfavorecidos de la sociedad granadina de entonces.
Contrajo matrimonio en 1866, con Antonio Fernández Amador.
En 1880, junto a su amiga María Angustias Giménez, se dirige a Ciempozuelos (Madrid), para seguir los pasos del sacerdote Benito Menni, en la fundación de una nueva congregación.
[2] María Josefa fue la primera superiora general de la congregación y el día de su profesión tomó el nombre de María Josefa del Santísimo Sacramento.
Sus escritos, entre los que destacan su testamento espiritual, son de un gran valor patrimonial para las hospitalarias y todo aquellos que se relacionan con su espiritualidad.