[1] Se conocieron mientras Moreno estudiaba abogacía en Bolivia.
[2] Tuvieron un hijo en conjunto al que llamaron como su padre, Mariano.
Mientras esperaba noticias de su marido, le escribió una serie de cartas que le fueron devueltas sin abrir.
[1] Enrique Williams Álzaga las compiló luego en un libro llamado Cartas que nunca llegaron.
[3][4] Tras la muerte de su marido, le pidió una pensión al Triunvirato, que acordó darle una pensión de 30 pesos.