María Esther Ballivián

[4]​ Las primeras lecciones formales de pintura tomadas por María Esther Ballivián fueron en 1941, con el artista norteamericano Robert Ades.En esta misma ciudad estudió en la Académie de la Grande Chaumiére, donde conoció a Henri Goetz, y luego trabajó en su taller.Su labor como comunicadora es también importante: produjo programas culturales para televisión y en 1971 se transmitió uno dedicado a las artes plásticas bolivianas en el canal estatal.Maria Esther formó a numerosos artistas que posteriormente lograrían mucho éxito en la plástica latinoamericana.Entre estos destacan un grupo de pintoras mujeres: Teresa Córdova, Carmen Bilbao, Roxana Crespo y Ángeles Fabbri.Esta fecha coincide con el periodo en que la artista había incursionado de forma apasionada en el desnudo femenino.De forma breve, puede establecerse que sus producciones se dividen en los siguientes periodos pictóricos:[4]​ - Periodo inicial: en esta etapa realizó numerosos retratos, gran parte de los cuales fueron mujeres, desde pequeñas niñas hasta ancianas, inclinada completamente hacia la representación figurativa.Las líneas de estas piezas son indefinidas y los fondos se manifiestan más en la neutralidad.Sigue empleando pinceladas poco definidas, aunque en estas obras se observan bordes más marcados.- Cubismo (década de los 60): Este es el periodo en el que Ballivián comienza la transición hacia las representaciones más abstractas.También pueden verse personificadas mujeres, pero en este caso con líneas muy bien definidas y una paleta cromática más diversa, aunque nunca regresa a los colores intensos del periodo indigenista.[11]​ Es importante hacer hicapié en que esta etapa floral la trabajó técnicamente con acuarelas, y no con óleos como lo había hecho en sus obras anteriores.Esto le brindaba posibilidades ópticas diferentes, y hacer un tratamiento del color a través de veladuras.En estas piezas se conserva una paleta similar a la empleada en su pintura abstracta (colores tierra), y guarda en cierto sentido formas, líneas y trazos que no se definen del todo; pudiéndose leer como reminiscencias de sus asbtracciones.Así el abstraccionismo se yuxtapone al realismo, sin fundirse en el…”[13]​ El mismo autor señala que: "El mundo del desnudo no es precisamente el mundo de lo humano, y el suprimir toda referencia local o nacional, viene a adoptar la misma posición de prescindencia que caracteriza al momento abstracto.Paralelo a estos periodos puede mencionarse su trabajo constante con el grabado, perfeccionado principalmente en Chile y Brasil.