María Cristina Salmorán de Tamayo

[2]​ Realizó sus estudios de primaria en su ciudad natal, después se trasladó a la Ciudad de México y continuó sus estudios de secundaria y bachillerato en la Escuela Secundaria Pública Número 8 y en la Escuela Nacional Preparatoria, respectivamente.

[3]​ Tras casi ciento cuarenta años de vida independiente, no fue hasta 1953 que se otorgó el derecho al voto para las mujeres mexicanas.

Aunado al marco de escepticismo, la ministra asumió su cargo entre bromas sexistas y comentarios tales como: "ya no podrá sesionar el Pleno de la Corte, siempre les faltará un miembro" o que el órgano judicial se había convertido en la "Suprema Corte y Confección".

Dentro de su labor como integrante del máximo tribunal de constitucionalidad, en su ponencia fueron desarrollados diversos criterios en materias tales como la obligación de pagar el salario mínimo, aun si el trabajador no cubre la jornada máxima,[4]​ hasta aspectos que serían objeto de tutela por la legislación nacional muchos años después, como el outsourcing.

Presidió la Delegación de México en diversas Conferencias de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), recibiendo distinciones académicas y honores por sus altos méritos como jurista e intelectual.