En 1905 Edwin G. Conklin, biólogo y zoólogo, realiza el primer linaje celular en el tunicado Styela partita.
Sin embargo esta facilidad no se presenta en tantos organismos y nuevas técnicas serían necesarias para posteriores investigadores (Gilbert, 2005; DeRuiter, 2010).
En 1929 Walter Vogt inventó un proceso mediante el cual se tiñen grupos de células de una región específica del embrión con colorantes vitales, los cuales no perjudica a las células ni al embrión.
La técnica consiste en mezclar el colorante vital con agar en un portaobjetos y dejar que éste se seque.
Posteriormente se cortan pedazos muy pequeños para aplicarlos a distintas regiones del embrión y permitir que el color entrara en las células de interés para luego seguir sus movimientos.
Esto se logra por medio del crecimiento de un individuo donante en solución con timidina radiactiva (Gilbert, 2005).
10–13 Brown, A., Brown, S., Ellisor, D., Hagan, N., Normand, E., Zervas, M. A Practical Approach to Genetic Inducible Fate Mapping: A Visual Guide to Mark and Track Cells In Vivo.