Manuel de Rojas y Córdova

[1]​ Los vínculos familiares que tenía con Diego Velázquez de Cuéllar le permitieron su traslado a Indias, dejando a su mujer en su villa natal.

[2]​ Durante este mandato los pocos colonos que permanecían a pesar de las emigraciones al continente, le daban tareas muy duras a los indígenas en las encomiendas, lo que provoca que estos parcialmente se subleven y se refugien en la selva, matando a varios españoles.

[2]​ En 1534 realizó una visita por toda la isla, inspeccionando los poblados, de la que hizo una relación y envió al rey; en ella además, le informaba que había gastado su hacienda en su servicio, por lo que le suplicaba que ordenase le tomasen juicio de residencia y le relevasen de su cargo.

[2]​ Tras renunciar a la gobernación, y ante su pésima economía, decidió trasladarse a Perú, donde se encontraba su hermano el capitán Gabriel de Rojas, con quien tenía varios negocios, dejando sus encomiendas a su hijo Gómez de Rojas y Velázquez.

[2]​ Siendo anciano regresó a su villa natal, donde otorgó testamento en 1561, mandando enterrarse en la capilla familiar del monasterio de San Francisco.