En 1942, expone por primera vez en el Salón del Círculo de Bellas Artes en Buenos Aires: José León Pagano lo destaca en su crítica del diario La Nación « [...] No es Zorrilla un mero escolar ceñido al modelo con el único designio de reproducir más o menos bien una estructura.
En 1982, se instala en Francia, en Fontenay le Fleury (Yvelines) donde la ciudad antigua y su campiña serán nuevas fuentes de inspiración.
Lleva realizadas varias obras y gran parte de su trabajo literario retoma los temas desarrollados en su obra pictórica.
Pero fue su encuentro con el pintor y escultor Alcides Gubellini, de origen italiano, que fue determinante.
Los consejos que este le prodigara sobre sus dibujos y la posterior iniciación a la pintura al óleo guiaron sus primeros pasos.