Se perfeccionó en Roma con el pintor Armando Spadini, frecuentando asimismo el taller de escultura del maestro Maestrovich.
El medio artístico local lo acoge favorablemente, desde su primera exposición en la Galería Nordiska, donde presenta sus trabajos realizados en Italia.
Esos trabajos culminaran con la publicación del libro "Apuntes de Buenos Aires" prologado por Nicolás Olivari.
En 1950 se presentó por primera vez al Salón Nacional, donde el jurado le otorgó por unanimidad el "Premio Único a extranjeros", por su óleo "Marinella".
Alrededor de 1940 desarrolla una importante actividad como ilustrador en la revista Patoruzú, donde realiza innumerables trabajos, fundamentalmente para la sección Temas Porteños y la famosa página doble central.