[1] Fundió cañones en Barcelona, reorganizando toda la Fábrica de Artillería siguiendo sus conocimientos.
Finalmente fue contratado por el gobierno francés para implantar sus sistemas en la fábrica de Tolosa.
El cual privilegio exigía una buena formación inicial en geometría, dibujo técnico, mecánica y otras disciplinas afines.
En fecha indeterminada pasó en Segovia a estudiar química con el profesor Joseph Louis Proust.
Allí puso en práctica sus habilidades, reformando toda la fábrica y mejorando los sistemas de fabricación de cañones hasta el año 1802 en que el gobierno español decidió cerrarla y traerlo todo (maquinaría y documentos) hacia Sevilla.
El general Senarmon (Alexandre-Antoine Hureau de Sénarmont) ofreció que Manuel se quedara en su lugar, bajo un comandante nominal, y Pe-de-Arrós se quedó, colaborando con los franceses.
Según todas las probabilidades, fue Manuel lo verdadero diseñador y proyectista de aquella pieza.
Finalmente lo reconstruyó en parte y tuvo éxito en una empresa en la que otros supuestos especialistas habían fracasado.
Soult pidió a Pe-de-Arrós que siguiera al servicio de Francia, con todas las garantías para el fundidor y su familia.
El bronce se fundía y quedaba un cañón sólido sin ningún agujero.
Posteriormente había que barrenarlo, para agujerear y dejar el ánima vacía, a las dimensiones finales.