Se desempeñó como cura párroco en Tula (en el actual estado de Tamaulipas) y como guardián del Convento de Tlalpujahua.Fundó periódicos como el Diario de México (1805), en los que publicó poesías líricas.[3] Fue elegido mayoral de la Arcadia Mexicana, academia poética fundada por los redactores del Diario.El tono de su poesía es neoclásico, señalándose en su obra el magisterio de Juan Meléndez Valdés, especialmente en sus anacreónticas.[4] Su texto, Poesías profanas, editadas por Francisco Monterde, fueron parte de la Biblioteca del Estudiante Universitario en 1972.