Manuel Lozano Pérez Ramajo
Acaso desempeñó algunas funciones diplomáticas relacionadas con Luis de Onís, porque hacia 1800 estaba en Dresde, donde aprovechó para aprender bien el alemán, y en Petersburgo en 1803.En 1810 entró también como redactor en Cádiz del famoso periódico El Conciso (1810-1814) con su amigo y coterráneo Francisco Sánchez Barbero, hasta su mismo cierre, ya en Madrid.Pero como había perdido la vista en el ojo derecho en 1821 y se estaba quedando ciego, no toma posesión como director y se jubila con un sueldo que, por intercesión del mismo Fernando VII, alcanza los 22.000 reales, adjudicándosele como destino sedentario la administración de Correos de Cartagena.Correlacionada con su ideología liberal y la versión española del jansenismo que profesaba está su fuerte anticlericalismo: crítica a frailes, monjas y a la misma Semana Santa en su Apología del asno, donde aprovecha también para burlarse de la Real Academia Española, de su mismo director y en especial de su Diccionario.Escribió además un manual para enseñar español a alemanes, su Theoretisch-Praktische Lehre der Spanischen Sprache mit der wörtlichen interlinearen Uebersetzung der Beyspiele und Sprache (Leipzig: Schwickert, 1806), y diversas poesías, sátiras en prosa y verso, un tratado sobre los acentos en español, diversos opúsculos sobre gramática y lexicografía, unas observaciones a pasajes del Quijote y una traducción de los Nuevos diálogos de los muertos de Fontenelle.