Segundo de los once hermanos de una familia modesta, lo que hizo que tras una educación primaria en la Escuela de San Antón, tuviera que trabajar desde los trece años en diversos medios para contribuir a la precaria economía familiar, alternando estos trabajos con la asistencia a la Escuela de Artes y Oficios o a las clases de dibujo del natural del Círculo de Bellas Artes, lo que hizo que su formación artística fuera absolutamente autodidacta.Desde muy joven empezó a publicar sus dibujos en Mundo Nuevo, La Hoja de Parra y en El Parlamentario, diario defensor de la causa francófila en 1918, El Imparcial, La Zarpa y Gutiérrez, más la asidua colaboración, durante sus diez años de existencia de Buen Humor, y en la revista deportiva Pocholo de la que fue director, y la viñeta de tipo político del diario Heraldo de Madrid hasta 1934 año en que inició la publicación en la revista semanal Crónica de sus multitudes que tanta fama le habían de dar, hasta la guerra civil.Posteriormente continúa su labor en Buenas Noches, suplemento semanal del diario Pueblo, Fotos y las revistas Cucú y Don Jose y finalmente los jeroglíficos del diario ABC.Fue presidente de la Asociación de Dibujantes de España durante muchos años y publicó varios libros: La multitud, Madrileños en serie y Yo quiero ser caricaturista, que merecieron elogios de diferentes críticos y periodistas del momento.Su hijo Luis Garrido, seguirá su estela artística como pintor y artista del tapiz.