Manuel Ferrer Muñoz
Ese mismo año regresó a Granada, a la Residencia del Sagrado Corazón, como Director de la Congregación Mariana de San Estanislao, donde permanecería hasta 1974.También tuvo amistad con el catedrático y político Manuel Fraga Iribarne, que solía unirse a las caminatas del “páter” siempre que podía, incluso en sus épocas como ministro del gobierno español.Para lograrlo, a sus habilidades como experto deportista, artista fotográfico, geógrafo de campo, antropólogo e historiador, el padre Ferrer consigue agregar las aportaciones de eminentes geólogos, geógrafos, botánicos, biólogos…, a lo que suma la formación de una detallada cartografía a escala 1/25.000 y un total de 62 fotografías aéreas que abarcan casi toda la Sierra Nevada granadina, a las que pueden superponerse unas hojas transparentes de acetato, en las que el P. Ferrer señala y pone meticulosamente el nombre a riachuelos, montes, barrancos, fuentes, cañadas, valles, veredas…, cuyos nombres logró de su contacto con pastores, lugareños y vecinos de los pueblos, además del meticuloso estudio que realizó de la cartografía y extensa bibliografía preexistentes, y sin olvidar los aspectos climatológicos, turísticos, étnicos, arquitectónicos e históricos que aborda.Sin duda, aún hoy, es un libro de referencia, imprescindible en cualquier biblioteca especializada en Sierra Nevada e incluso que genéricamente verse sobre Granada.Sierra Nevada’ y, en 1993, colabora en ‘Nuevos paseos por Granada y sus contornos’ además de con Manuel Titos Martínez en su obra Mulhacén, para la que le aportó numerosas fotografías.Este año, además, la entidad EMASAGRA le edita ‘Aguas de Sierra Nevada’.En 1996 intervino en la I Conferencia Internacional sobre Sierra Nevada: Conservación y Desarrollo Sostenible.Sus últimos libros fueron ‘Güéjar Sierra y su entorno’, ‘El Padul un poco de Historia: Libro de Historia Medieval del Padul’ y, editado en 2003 por CETURSA Sierra Nevada S.A., en colaboración con Eugenio Fernández Durán, ‘Sierra Nevada “lo que nuestros ojos vieron”’, que contiene una interesante colección de dibujos realizados a plumilla por el propio P. Ferrer.