[3][4] A la Exposición verificada en su ciudad natal en 1878 concurrió con un cuadro que denominaba ¡Está muerto!, por el cual fue premiado con una medalla de tercera clase.
[4] A la Exposición Nacional de Bellas Artes verificada en Madrid en 1831 contribuyó con el cuadro Los extremos se tocan.
[4] A la iniciada por el señor Hernández, y que se efectuó en el palacio de Arenzana, llevó el artista Una fiesta de toros.
[4] Estuvo pensionado en Madrid por la Diputación Provincial de Jaén.
[4] Fernández Carpio, que hacia 1929 residía en Santander,[5] durante el siglo XIX había mantenido amistad con el también pintor Casimiro Sainz.