Manuel Benito de Castro

Morillo lo condenó al destierro por su participación en el proceso de independencia.

Tesorero de Diezmos y consultor del Santo Oficio.

Asumió la presidencia de la República ante la cuarta y definitiva renuncia presentada por Nariño al Senado, acosado por la situación que le generó la traición de su ejército que había marchado contra el Congreso Federal al mando del brigadier Baraya.

Unos le reconocen el hecho de haber donado sus sueldos a la Patria, mientras otros aducen que Benito era un hombre muy rico que poca responsabilidad tenía para gobernar.

El ejército no tuvo otro remedio que buscar al presidente Nariño en su hacienda y forzarlo a reasumir el poder.