Mantenimiento de posición orbital
Para una órbita sincrónica al sol, la precesión del plano orbital causada por el achatamiento de la Tierra es una característica favorable que se tiene en consideración durante el diseño de una misión espacial, pero la inclinación causada por las fuerzas gravitacionales del Sol/Luna suele interferir.Para mantener la órbita geoestacionaria de las naves espaciales, el contrarrestar la inclinación causada por las fuerzas gravitacionales del Sol y la Luna ocasiona un gasto de combustible considerable, ya que la corrección de la inclinación necesaria es sumamente pequeña para que la nave espacial pueda ser rastreada por una antena no direccional.En el caso de las naves espaciales ubicadas en órbitas bajas, los efectos ocasionados por el arrastre atmosférico a menudo deben ser corregido.En algunas misiones es necesaria esta corrección simplemente para evitar el reingreso en la atmósfera; en otras misiones, para las cuales la órbita debe sincronizarse con precisión con la rotación de la Tierra, es necesario para evitar el acortamiento del período orbital.Para las naves espaciales en una órbita de halo alrededor de un punto lagrangiano, el mantenimiento de la posición orbital es aún más importante, ya que dicha órbita es inestable; sin un control activo con propulsores, la más mínima desviación en la posición/velocidad resultaría que la nave espacial abandone la órbita por completo.