Estas mantas se montan generalmente en cabinas verticales de liberación rápida para que puedan ser fácilmente retiradas y poder envolverlas alrededor de una persona cuya ropa está en llamas.[3] Hay mantas especiales para ser usadas por soldadores profesionales que soportan hasta 1600 °C.Ofrecen una solución eficaz para detener el fuego y evitar que se propague aún más.La peligrosidad del amianto puede representar un riesgo durante el desmantelamiento de equipos antiguos.Es importante asegurarse de que una manta ignífuga y en general todo el equipamiento de seguridad contra incendios haya sido puesto a prueba para ver si cumple las regulaciones NFPA, por ejemplo las normas 1997 y 2005.
Demostración del uso de una manta ignífuga para sofocar un fuego provocado.