Manolo el Malagueño
Inició su carrera artística como cantaor cancionero en Andújar (Jaén), en el año de 1930, actuando también con mucha frecuencia en Córdoba.Si bien hasta ese momento no pasa de ser un modesto aficionado al que se le da bien el cante, sería en 1943 cuando el gran Pepe Marchena, reconociendo la capacidad del joven malagueño, hace que debute como profesional en el Teatro Fontalba de Madrid, en un gran espectáculo titulado La encontré en la serranía, siendo Enrique Rambal el empresario.El espectáculo fue un gran éxito, el éxito le acompañaría durante el resto de su carrera siendo admirado por grandes hombres de la cultura como Jacinto Benavente.El cante de Manolo el Malagueño se caracterizaba por ser un cante dulce, aunque empezó imitando a su maestro Pepe Marchena, luego fue tomando otros aires preferentes dedicados a la canción, teniendo mucho éxito y siendo muy admirador por la mayoría del público de su época, en la radio era muy solicitados sus discos.De entre sus muchos éxitos siempre será recordado su canción del Niño perdido.