El Manifiesto Realista, publicado el 5 de marzo de 1920 por Naum Gabo y su hermano Antoine Pevsner, es un texto en el que se explican las ideas del constructivismo.
Afectaba a las artes plásticas, partiendo principalmente de la escultura.
Se rechazan las sucesivas innovaciones estilísticas del arte moderno como mero ilusionismo (comenzando por el impresionismo e incluyendo el cubismo y el futurismo), abogando en cambio por un arte basado en la realidad material del espacio y el tiempo: 'La realización de nuestras percepciones del mundo en formas de espacio y tiempo es el único objetivo de nuestro arte pictórico y plástico'.
[2] Se reprodujeron extractos en el primer número de la revista G en 1923.
También el arte constructivista presentaba relaciones simples de formas geométricas, a las cuales pueden ser reducidas todas las formas naturales, según el enunciado del pintor Paul Cézanne de que, en la naturaleza, todo se aproxima a la esfera, al cono o al cilindro.