Sustituyó a un canal en desuso que conectaba el Almirantazgo con el Arsenal naval.
El bulevar de la Guardia a Caballo toma su nombre del edificio.
Según la Guía Acompañante «..imita un templo ateniense del V siglo a.C.
con un pórtico de ocho columnas dóricas que aguantan un frontón y unos bajorrelieves».
[2] En 1931 se le añadió al edificio un segundo piso.