Originalmente se creyó que esta estructura social permitía al lobo, un predador social, obtener presas mayores a su tamaño; nuevas teorías sugieren, sin embargo, que con la estrategia de manada se maximiza el éxito reproductivo.
Normalmente sólo la pareja alfa puede reproducirse y criar una camada de cachorros.
[3][4] La jerarquía u orden del rango de la manada es relativamente estricto, con los alfas (un macho y una hembra) en la cúspide.
[5] El orden del rango se establece y mantiene a lo largo de una serie de peleas ritualizadas y posturas mejor descritas como una intimidación ritual.
Un lobo más viejo puede simplemente elegir apartarse cuando un retador ambicioso se presenta, cambiándose el rango sin derrame de sangre.
O el animal mayor puede elegir luchar con diferentes grados de intensidad.
Individuos dispersos deben evitar los territorios de otros lobos porque los intrusos son ahuyentados o matados.