Tiene una infancia pobre, adaptando un taller en medio de los cultivos para pintar naturalezas muertas y paisajes.
Consigue realizar su primera exposición individual en São Paulo (1948), en la cual mezcla la caligrafía oriental con la pintura hecha de manchas.
En 1979, 153 cuadros suyos, algunos de los cuales premiados, se pierden en un desastre ocurrido con un avión carguero de la Varig, que volaba en la ruta Los Ángeles-Tokio.
Escribe, en 1995, la autobiografía Chove no Cafezal (Llueve en el Cafetal), en japonés, cuyo texto original fue publicado en capítulos semanales en el diario Nihon Keizai Shinbum de Kumamoto, su región natal.
En 1996 viaja al Japón para una gran muestra retrospectiva de su obra.