Mamífero venenoso

En cuanto a las aves, no hay especies venenosas conocidas hasta el momento.

[3]​ En lo que a anfibios se refiere, sólo existen unas pocas especies venenosas: ciertas salamandras pueden formar nervaduras afiladas con tósigo en la punta.

Sin embargo, otros científicos han puesto en duda esta conclusión dado que muchos mamíferos no ponzoñosos también tienen estrías profundas a lo largo de sus caninos (por ejemplo, muchos primates, coatíes y murciélagos de la fruta), lo que sugiere que esta característica no siempre refleja una adaptación para inocular el veneno.

[6]​ Con la excepción de los murciélagos vampiro, los insectívoros son los únicos mamíferos observados hasta ahora que producen una saliva tóxica.

Estas especies tienen glándulas salivales submaxilares significativamente agrandados y granulares a partir de las cuales se produce la saliva tóxica.

El solenodonte cubano (Solenodon cubanus) y el solenodonte de La Española (Solenodon paradoxus) similares a musarañas grandes, tienen mordiscos venenosos; el veneno es aplicado desde unas glándulas salivales modificadas mediante unos surcos en sus segundos incisivos inferiores.

Argumentos en contra de este sugieren que la ponzoña se utiliza como una herramienta para cazar presas más grandes.

Durante la época de celo estas glándulas se vuelven muy activas, produciendo ponzoña que puede ser aplicada mediante el espolón.

En este contexto, la subfamilia Desmodontinae representa a los mamíferos ponzoñosos del orden Chiroptera.

A veces matan sapos (Bufo), muerden en las glándulas venenosas de estos e impregnan sus espinas con esta mezcla tóxica.

Cuando el animal está amenazado o excitado, la melena se eleva y expone el área glandular.

La rata es conocida por masticar deliberadamente las raíces y la corteza del árbol de las «flechas envenenadas» (Acokanthera schimperi), llamado así porque los cazadores extraen la toxina, ouabaína, de estos árboles para cubrir sus flechas que pueden matar a un elefante.

Después de que la rata ha masticado el árbol, deliberadamente escupe la mezcla resultante sobre sus pelos especializados del flanco que están adaptados para absorber rápidamente la mezcla venenosa, actuando como una mecha de lámpara.

No sólo huele mal, sino que puede causar irritación de la piel y, si se mete en los ojos, la ceguera temporal.

El mayor armadillo de nariz larga puede liberar un desagradable olor almizclado cuando se siente amenazado.

El solenodon cubanus tiene una mordedura venenosa.
Ornitorrincos ( Ornithorhynchus anatinus ). Ilustración de John Gould
La musaraña de cola corta septentrional es una de las varias musarañas venenosas.
El espolón calcáneo que se encuentra en el miembro posterior del ornitorrinco masculino se utiliza para aplicar el veneno.
La rata de cresta africana inpregna toxinas en los pelos de sus flancos.