Las primeras compañías húngaras de aviación civil fueron empresas como Aero Rt.
[2] La flota de la nueva aerolínea bandera fue actualizada con aviones comerciales soviéticos Iliushin (Il-18) y Túpolev (Tu-134 y Tu-154), gracias a los cuales podía cumplir 33 rutas en 28 países, incluyendo nuevos destinos en Europa Occidental.
[5][6] Desde entonces el gobierno estuvo buscando sin éxito una privatización total durante más de una década,[7] al mismo tiempo que se producía la renovación de la flota: los Túpolev fueron reemplazados por modelos Boeing y Bombardier.
[8] En 2007 el estado vendió Malév al grupo aéreo AirBridge, controlado por el ruso Boris Abramovic (KrasAir), cuyos objetivos eran reducir la elevada deuda, estimada en 145 millones de euros, e incrementar los pasajeros.
La más grande del país es la compañía de bajo coste Wizz Air.