[1] En los NIH, DeLong registró las reacciones de células cerebrales individuales en una parte del cerebro llamada ganglios basales.
Sin embargo, poco se sabía sobre cómo los ganglios basales afectaban al movimiento, o cómo la enfermedad de los ganglios basales causaba los trastornos del movimiento observados en la enfermedad de Parkinson.
Descubrieron que las neuronas de una parte de los ganglios basales llamada núcleo subtalámico se disparaban en exceso, y que la destrucción (ablación) del núcleo subtalámico mejoraba enormemente los síntomas.
Poco después, el neurocirujano Alim-Louis Benabid descubrió que se podía conseguir la misma mejora colocando un cable en el núcleo subtalámico, conectándolo a una batería y administrando una estimulación de alta frecuencia ajustable en la punta del cable, una técnica denominada estimulación cerebral profunda.
[2] Los mismos logros fueron reconocidos al recibir (con Benabid) el Premio de Investigación Médica Clínica Lasker-DeBakey 2014.