Magnus fue nombrado desde 1304 como el heredero del trono de Suecia, siendo reconocido incluso por sus tíos los duques Erik y Valdemar, enemigos de su padre.
Cuando Birger Magnusson fue hecho prisionero por Erik y Valdemar, Magnus fue conducido a Dinamarca, la tierra de su madre, donde al parecer vivió hasta 1317, al resguardo de la guerra civil en Suecia.
En 1317 ocurrió un nuevo levantamiento contra Birger Magnusson, y Magnus decidió regresar a Suecia en apoyo de su padre, al mando de un pequeño ejército danés.
Su ejército fue sitiado en Stegeborg por los rebeldes suecos y hecho prisionero.
Fue conducido al Castillo de Estocolmo, donde sería ejecutado en 1320.