Su padre, profesor y periodista en El Constitucional de Madrid se trasladó con su familia de Cuenca a Madrid, y luego a Logroño y a Burgos, ciudades en las que Magdalena hizo el Bachillerato.
Al quedar huérfana, comenzó a trabajar como telefonista.
[2] Fue becada por la Junta de Ampliación de Estudios para realizar estudios sobre la metodología en la Historia en Italia, Francia y Rumanía pero no llegó a disfrutarla por el estallido de la I Guerra Mundial.
En 1916 fue vicepresidenta de la Sociedad para el estudio del niño.
[3] Colaboró en las revistas y publicaciones periódicas: El Ramo, Huesca Moderna, La Lectura, Blanco y Negro, Nuevo Mundo, La Ilustración Española y Americana, Diario Universal, Labor Nueva, La Correspondencia de España, El Magisterio Español, El Eco de Santiago, La Basílica Teresiana, El Álbum Ibero-Americano, La Alhambra, La Lectura, El Gráfico, El Imparcial, La Escuela Moderna, Feminal, Diario de la Marina de La Habana o Renacimiento de Filipinas.