Escuela Normal de Madrid

Siguiendo la pauta pedagógica de los «ilustrados»,[1]​[a]​[2]​[3]​ en 1839, los liberales crearon en Madrid una Escuela Normal Central.

[3]​ En las primeras promociones de alumnos estuvieron Joaquín Avendaño, Mariano Carderera y Laureano Figuerola.

Para la normativa general de Dirección, Gobierno y Enseñanza, el reglamento establecía en el Título III, art.

Y añade que en ese periodo, se registran unos 200 alumnos, entre externos e internos.

Tras la victoria franquista, el Normal Central regresó a Madrid instalándose provisionalmente en unos pisos de la calle de los Madrazo; allí se procedió al expurgo censor, encomendado al profesor numerario Salustiano Duñaiturria, con el cometido expreso de que “... una vez seleccionados y retirados que sean aquellos libros que no deban leer los alumnos, si alguno hubiere, se procure dar las mayores facilidades a estos para su permanencia en dicha biblioteca, destinando, si fuera posible algunas horas de la tarde a ello...”, también se sugería al Ministerio el nombramiento de un empleado más para la biblioteca “como ya hubo en tiempos pasados”.

Los fondos cuya lectura podía ser perniciosa para el alumnado normalista fueron marcados con “unas etiquetas rojas”.

[3]​ Su objetivo y cometido quedaron expresados ya en el Reglamento de 1837, en cuyo Artículo 21 se establece que «Las materias de enseñanza indispensables serán las siguientes: 1º) Religión y Moral.

Edificio de la primitiva Escuela Normal Central, que desde 1945 ocupa el Instituto de Bachillerato Lope de Vega .