En dirección suroeste a noroeste sobresalen los páramos de Cutanga, El Letrero, Las Papas, El Apio, El Buey, Las Hermosas y los volcanes nevados de Sotará, Huila y Puracé; en este último y en su área circundante, 830 km², se localiza el Parque nacional natural Puracé.
Muy pocas personas han escalado los extensos dominios de esta región, ya que está atravesada por encrespados cerros y cerradas montañas en un ambiente de páramos inexpugnables y gélidos, que hacen a la vez de guardianes naturales, preservan estos formidables recursos hidrológicos cuyos cauces irrigan de vida a media Colombia en largo recorrido antes de afluir en el mar.
El Macizo Colombiano ha sido catalogado por parte de la Unesco como reserva de la biósfera, es un área estratégica a nivel nacional e internacional, dado su significado para la producción de agua, la biodiversidad y los ecosistemas.
[1] En esta área colombiana están asentadas comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas mestizas, convirtiendo a esta ecorregión en referente, no solo por su biodiversidad e importancia hídrica, sino por la construcción multiétnica y pluricultural.
Hacia las partes medias de las cuencas de los ríos Patía y Caquetá predominan comunidades campesinas y asentamientos de afrodescendientes, y en menor grado comunidades kamsá e ingas en el Putumayo; en la región del Huila se encuentran asentamientos de colonos y campesinos mestizos principalmente.