Macedonio Alcalá

Como violinista, fue ampliamente solicitado no sólo en iglesias, sino también en bailes populares y reuniones sociales.

En muchas ocasiones el joven Macedonio Alcalá, fue contratado junto con su orquesta, para amenizar alguna reunión y fiestas el mismo día, por lo que tenía que trasladarse de un municipio a otro del estado de Oaxaca para cumplir sus compromisos contraídos.

Aunque él era reconocido como un músico consumado, no era capaz de ganar suficiente dinero en su profesión para mantener a su familia.

Aunque seguía lejos de estar bien, Alcalá trabajó arduamente en el vals «Dios nunca muere».

Este fue un gran éxito desde la primera vez que fue interpretado en público y la gente de la población quedó muy complacida.

Al ver las monedas Alcalá habría dicho «mira, ¡dinero!, Dios Nunca Muere para los pobres» inspirándole la pieza.

Casa donde falleció Macedonio Alcalá, en el centro de Oaxaca de Juárez.
Teatro Macedonio Alcalá.