Tlacolula de Matamoros

[7]​ Se distingue por su artesanía, su gastronomía, sus zonas arqueológicas; su tianguis una tradición ancestral, que cobra vida cada domingo dentro de esta comunidad.

Cada siete días (domingos), la calle principal, las aledañas y el Mercado establecido se llenan de bullicios, ofertas, olores, sabores, colores, texturas.

Sobresale el conjunto de cuatro mártires cristianos, en cuyos rostros están plasmadas expresiones dolorosas con las cuales seguramente los predicadores buscaban impresionar a la población zapoteca.

Su interior alberga un conjunto de yeserías populares doradas, relieves policromados, hierros forjados, así como un adorno compuesto por numerosos espejos en su cúpula octagonal.

Toda la decoración de esta increíble capilla fue realizada en el siglo XVI, todo en conjunto nos permite apreciar, no solamente una manufactura original del siglo XVI, sino entender la pasión y el valor que representaba, para aquellos hombres, fueran españoles, criollos, mestizos o indígenas el aspecto religioso espiritual de la vida y el mundo.

En uno de estos patios hay un altar al centro donde se encuentran dos frisos en los muros laterales, éstos representan a sus dirigentes: un hombre en posición horizontal (boca abajo), con barba terminada en punta, tiene orejas, viste un Maxtlatl y lleva en la mano un fémur humano.

La mujer también en la misma posición que la del hombre, con un peinado zapoteca con moños entrelazados, con orejeras y collares con cuentas redondas, viste un quechquémitl.

Las principales estructuras y edificios fueron distribuidos en diversos planos siguiendo la pendiente del cerro de norte a sur.