Construido 1909,[1] en estilo art noveau, es considerado uno de los más importantes del país.
En 1903 iniciaron los planes de construcción que concluyeron 6 años después, en 1909.
Más tarde se rebautizó como General Jesús Carranza, en tiempos de la revolución.
Fue en la década de los treinta que se le nombró finalmente Macedonio Alcalá en honor al músico y compositor mexicano del siglo XIX, autor del vals Dios nunca muere.
En el interior, el lujoso vestíbulo destaca por su estilo francés, tipo Luis XV, con una escalinata de mármol blanco, y en su cielo raso, una magistral alegoría representa el Templo del Arte, donde triunfan La Fama y El Premio.