[5] Entonces los ataques con bombas se efectuaban a muy baja altura y pasando horizontalmente sobre el blanco.
[2] Los militares argentinos buscaron en su arsenal una bomba cuya espoleta se activara inmediatamente después del lanzamiento y diera tiempo al avión para alejarse.
[2] Los aviadores argentinos continuaron utilizándola igualmente considerando la posibilidad de que una parte pesada del barco retuviera a la bomba.
[6] En este caso aparecían dos posibilidades; una era que la bomba explotara y hundiera al barco, tal como ocurrió con la fragata HMS Antelope; y la otra era que la bomba destruyera elementos vitales del barco forzándolo a abandonar la guerra para someterse a reparaciones.
[7] El primer teniente Fausto Gavazzi del Grupo 5 de Caza realizó un vuelo y lanzamiento para comprobar su factibilidad técnica con el A-4B Skyhawk C-206.