La armonía y la flexibilidad del esperanto facilitan su adaptación a los diferentes estilos musicales.
Junto con esos músicos se fundan las primeras distribuidoras esperantistas, como Edistudio en Italia o LF-koop en Suiza.
En 1986 nace en Suecia el festival de música esperantista más importante: Kultura Esperanto-Festivalo (KEF).
También se imprime el primer número de ROK-gazet’, revista sobre música en esperanto.
Además de los himnos y canciones creados específicamente para el movimiento esperantista, entre los cuales debe citarse el himno oficial "La Espero", con letra del propio iniciador del idioma L. L. Zamenhof y música de Félicien Menu de Ménil (existen otras versiones, como la del compositor polaco Andrzej Koszewski), la música en esperanto cuenta hoy con suficientes calidad y diversidad de estilos y orígenes, cada vez más internacionales.