Música de los wagogo

Los wagogo de Nzali conciben que el sentido natural de la escala es descendente, es decir, del agudo al grave (“del sonido pequeño al grande” como dicen ellos) y, como consecuencia, les resulta difícil reproducir con la voz una escala en sentido ascendente.

El ritmo es normalmente silábico: a cada sílaba del texto le corresponde un valor mínimo ( . )

La estructura de las canciones del repertorio infantil obedece a formas responsoriales y/o antifonales fijas.

En la forma responsorial hay un solista que enuncia una o varias frases y un coro que las concluye, bien completando o reiterando alguna de sus partes, bien repartiéndose el material de la canción entre ambos.

En líneas generales, la forma responsorial puede tener tantas variantes como maneras de combinar y repartir entre los grupos los textos en las canciones.

Normalmente es el solista quien toma la iniciativa para que tengan lugar tales combinaciones.

La forma antifonal consiste en una alternancia regular del material musical: una vez que el primero (solista o grupo) canta una frase, ésta es repetida de manera idéntica por el segundo, solista o coro.

Si las partes solapadas coinciden en el texto y por tanto en la articulación rítmica, variarán las alturas.

Solo el ndonondo (arco de boca) o la flauta mlanzi son tocados “a solo”, ya que por razones obvias, quienes lo ejecutan no pueden cantar.

Sirven de base rítmica permanente y percuten una fórmula característica, asociada a cada repertorio.

Los instrumentos se pueden combinar ad líbitum, es decir, no existe formalidad alguna para que uno u otro instrumento toquen juntos; todos son aptos para ser combinados libremente a dúo, trío, cuarteto, etc. y cualquiera de ellos ofrece la posibilidad de adaptar a sus características propias cada una de las canciones que integran los diferentes repertorios.

Aunque el canto musical tiene lugar de forma colectiva, las intervenciones solistas son habituales; es precisamente en este terreno donde se comprueba que cualquier individuo está perfectamente cualificado para cantar.

Utilizan procedimientos como son el paralelismo, la homofonía, el canon, el “entretejido”, el bordón y el hoquetus.

Entre los wagogo, toda interpretación musical implica un movimiento corporal, ya que para ellos no existe una actitud estática o pasiva cuando se hace música.

En el repertorio infantil, el mkwajungoma (xilófono) acompaña al baile, cuyo paso básico es el mismo que en la danza de los adultos pero ejecutado con el estilo y la gracia propia de esas edades