Se la recuerda principalmente por haber sido la última esposa del también actor Peter Sellers, entre 1977 y 1980.
Dejó el cine tras el fallecimiento de Sellers, y residió en el Gran Los Ángeles hasta su muerte.
Años después, en 1985, le sería ofrecido un papel en Karate Kid II, pero acababa de tener a su hija y prefirió centrarse en su cuidado.
[1] Tras la muerte de Sellers abandonó la interpretación, volviendo a contraer matrimonio en dos ocasiones.
Última película de Peter Sellers, que concluyó personalmente la realización, comenzada por Richard Quine y Piers Haggard.