En esa diócesis fue maestro y catedrático del Seminario.
Antonio Guízar y Valencia, arzobispo de Chihuahua.
Se retira a la diócesis de Zamora, donde colabora pastoralmente en el Seminario Diocesano.
Fue también vicario episcopal para la IV Vicaría llamada "San Miguel Arcángel", donde desarrolló ampliamente su labor pastoral.
El 9 de septiembre de 1995, al cumplir la edad canónica para presentar los prelados la renuncia al oficio, el Papa Juan Pablo II, la acepta.