Fue beatificado en Lisieux, junto a su esposa María Celia Guérin,[2] por Benedicto XVI el 19 de octubre de 2008.
[3] A pesar de tener una gran atracción por la vida religiosa en general, y monástica en particular, al no conocer el latín tuvo que renunciar a ella.
Entonces se instaló en Lisieux, para así estar cerca del hermano de Celia, Isidoro, un farmacéutico.
Luis murió en 1894 después de permanecer largo tiempo enfermo y finalmente paralítico a causa de arterioesclerosis cerebral.
La familia vivió un gran fervor religioso a pesar de los duelos que vivió por la pérdida de cuatro hijos, tres de pocos meses y una niña de cinco años, y de las pesadas cargas profesionales y familiares que tuvo que soportar.