Dado que no existió ningún emperador romano con ese nombre, es probable que Monmouth lo haya concebido, o que haya escuchado su nombre como parte de la tradición popular.
Geoffrey Ashe conjetura que el nombre se refería originalmente a Glycerius, cuyo nombre degeneró en Lucerius en los textos anteriores a la obra de Monmouth.
En ellas, Lucius demanda el pago de tributo por parte del rey Arturo, y pide el reconocimiento como soberano.
Arturo entonces cruza el Canal de la Mancha para hacer frente al ejército romano, y el desenlace lo lleva a conquistar Roma.
Todos éstos estaban sometidos a Roma, y muchos más, como Grecia, Chipre, Macedonia, Calabria, Cataluña, Portugal, con muchos miles de españoles.