Fue enviado a África para dirigir la campaña contra Yugurta, rey de Numidia.
Al principio se empleó con energía, pero después fue sobornado y concluyó una paz deshonrosa sin consultar con el Senado.
Su conducta levantó mucha indignación en Roma; bajo presión popular se abrió una investigación sobre el asunto.
En este juicio varios altos personajes romanos fueron condenados, entre ellos, Bestia.
Bestia tenía muchas buenas cualidades: era prudente, activo y capaz de soportar la fatiga; no era ignorante en asuntos de guerra y no desmayaba frente al peligro; pero era extremadamente codicioso.