Lucio Battisti

Muchas de sus canciones fueron grabadas reiteradamente por innumerables cantantes y grupos, italianos y extranjeros, tales como Mina, Paolo Meneguzzi, I Camaleonti, Patty Pravo, Dik Dik, Antonio Zabaleta, Dyango, Fedra, Ricardo Montaner, Laura Pausini, Emmanuel, Camilo Sesto, entre otros.

En la obra aparecen texturas intrincadas y fusiones que por primera vez hacen su aparición en la música popular.

La canción influye notablemente sobre el sonido de muchos cantantes italianos, españoles e ingleses.

Siempre inquieto e innovador, tras una larga racha de éxitos con el letrista italiano Mogol, comienza una nueva andadura tras el último disco que compusieron juntos: Una giornata uggiosa, en 1980.

En este disco no se utilizan instrumentos musicales "al uso" (no hay guitarras ni pianos), sino que la sonoridad de los doce temas está basada en modernos teclados electrónicos y sintetizadores de entonces, opción muy avanzada y atrevida en aquella época.

Por otro lado, Paul McCartney, quien guarda en su colección toda la discografía de Battisti y sentía admiración por su música, también quiso acercarse a traducir alguna producción al idioma inglés.

El legado es enorme, porque en muchas de sus canciones hay aproximaciones claras a muchos estilos dentro del rock, elemento que anticipan el Grunge, el Tech House y que fueron influencias para el desarrollo estilístico del rock de los 80.

Portada de Hegel (1994).