Con 130 goles es el máximo goleador histórico de la Primera B Metropolitana, tercera división del fútbol argentino.
Volvió al fútbol del ascenso pero en All Boys donde recuperó su efectividad goleadora.
Sin embargo lograría una mejor producción en una trayectoria espectacular en Club Atlético Temperley, con una marca de 130 goles en 130 partidos.
En ese torneo Agnolín fue tercero entre los goleadores, con 21 tantos, solo por detrás de Labruna y Mellone.
En 1947 regresó al Ascenso con otra importante producción en Ferro Carril Oeste y concluyó su campaña en Montevideo, Uruguay, jugando para Danubio.