Su madre Nicolasa, murió siendo Lucas un niño, casando su padre Nicomedes con Sabiniana González, de la que nacieron otros dos hermanos, Francisco y Juan.
Este ensayo lingüístico y etnográfico, nos dice el mismo autor en el preámbulo, “no es obra a la ligera, información de simple y atrevido turista; he puesto el cuidado suficiente para evitar errores de comprensión; no hay palabra, ni frase, ni giro gramatical, que no haya sido minuciosamente examinado, una y otra vez corregidos”.
Son incontables las horas sin tregua que este religioso Agustino tuvo la pluma en la mano para dar cima a una obra monumental en cuatro gruesos volúmenes, de los que solo se llegó a publicar el primero de ellos, sobre “Contribuciones lingüísticas del Amazonas”, trasladando al texto con fidelidad los dialectos del Tupí y haciendo no sólo la gramática son también el diccionario analítico.
El volumen tercero contiene las “Encuestas lingüísticas”, que fueron recogidas con la valiosa colaboración del benemérito misionero P. Jesús García Martín.
Este libro ya mecanografiado y en doble copia quedando también en su día a disposición del obispo de Iquitos para su publicación.
El volumen cuarto lleva por título “Breve diccionario analítico Castellano-Tupí”, sección Kokama.
Aunque ya lo tenía terminado en borrador, la muerte le sorprendió cuando iba tipografiando por el folio 213, quedándole aún 198 folios manuscritos, que él poco a poco iba trasladando, rehaciendo frases, aquilatando circunloquios indigenistas y poniendo buen orden y concierto a las palabras con mano de miniaturista.
Después de la muerte del gran filólogo P. Marcelino Castellví, colaboró para la publicación del libro “Propedéutica Etnioglotológica y Diccionario clasificador de las lenguas indioamericanas”, editado por el CSIC, en Madrid, el año 1958.