Las hembras depositan los huevos en troncos viejos, tocones, etc., donde se desarrollan las larvas.
Algunas especies, como Lucanus cervus tardan cinco o más años en alcanzar el estado adulto.
Los lucánidos son muy apreciados por los coleccionistas; existe un comercio internacional, no siempre legal, con algunas especies especialmente grandes o vistosas.
En la península ibérica figuran en el libro rojo de especies a proteger.
La familia Lucanidae se divide en las siguientes subfamilias y tribus:[2]