Un año después, su padre, Henri Louis Auguste du Vergier (1749-1802), murió y se convirtió en marqués (marquis) de La Rochejaquelein.
Sin embargo, durante los Cien Días debió exiliarse en Gante, procurando que otros monárquicos se refugiaran ahí.
Luego volvió a Gran Bretaña para conseguir armas, municiones y emprestamos para los vandeanos, que se habían alzado contra el retorno de Bonaparte.
Al día siguiente, Lamarque llegó y la mayoría de las tropas vandeanas se dispersaron, abandonando a su general, quien siguió sin someterse.
Cuando Esteve llegó, lanzó a sus tropas al ataque, siendo rechazados por el fuego de los defensores, lo que es aprovechado por el marqués para contraatacar.
[4] Sin embargo, La Rochejaquelein recibió un balazo en el pecho, cayendo muerto instantáneamente, y su hermano Auguste fue herido.