Louis Aleno de Saint-Aloüarn

James Cook, en 1770, había cartografiado y reclamado la costa este australiana para Gran Bretaña.

[2]​ La guerra continuó y Saint-Aloüarn fue enviado a la Martinica en el Défenseur, un barco de 74 cañones.

En la niebla y con la nieve que caía en grandes copos, los dos barcos se perdieron de vista.

[8]​ Sin señales de Kerguelen, Saint-Aloüarn siguió la costa hacia el norte.

[7]​ El Gros Ventre visitó luego Batavia (hoy Yakarta), en la Indias Orientales Neerlandesas, donde Saint-Aloüarn y algunos de sus tripulantes contrajeron «enfermedades tropicales» (probablemente, fiebre tifoidea).

Cincuenta años después, en 1788, los ingleses, que establecieron por primera vez una colonia en el otro lado de Australia proclamaron su soberanía sobre toda la isla-continente.

En 1788, el capitán Arthur Phillip estableció una colonia británica en la costa este de Australia, en Sídney.

[12]​ Una fuerza del ejército británico, al mando del Mayor Edmund Lockyer, fue enviada desde Sídney, para el establecimiento de un asentamiento permanente inglés en el King George Sound, llamado Frederick Town (o Frederickstown), más tarde conocido como Albany.

[15]​ La noticia dio la vuelta al mundo: «¡Australia habría podido ser francesa!» La búsqueda de la botella que se sabe había sido enterrados por los franceses, que contenía un documento proclamando la anexión, continuaron.

[10]​ Una excavación integral del sitio no logró localizar más artefactos.