Georges se da cuenta de que Madeleine es la misma mujer que había sido su amante en los últimos meses, y lo confiesa a Léo.
Yvonne, satisfecha con la separación, aprovecha para consolar a su hijo.
Léo sin embargo está consternada ante la crueldad de la situación y decide apoyar a Madeleine.
Al día siguiente, Léo convence a Yvonne y Georges de que la única forma de recuperar a Michel, que sigue inconsolable, es permitir su matrimonio con Madeleine.
Michel y Madeleine se reencuentran con gran felicidad, pero Yvonne escapa de la escena y acaba tomando una sobredosis de insulina, que le lleva a la muerte.