Los ojos del dragón

En su juventud Roland fue famoso por matar a Niner el Dragón con una gran flecha de caza forjada por su madre.

Thomas es regordete, torpe y con la inteligencia apenas suficiente para odiarse a sí mismo por sus carencias.

El narrador describe a Thomas como triste y confundido, "no era un mal chico".

Roland ignoró casi por completo el regalo para parlotear sobre lo bien que Peter había estado en la práctica de arquería ese día.

Cuando vio la indiferencia con que Roland trataba el regalo, Thomas escapó a su cuarto y vomitó entre lágrimas.

Entonces, Flagg trama un plan mucho más retorcido: asesinar a Roland y culpar al primogénito del asesinato.

Peter es culpado del crimen y encerrado en la Aguja, la enorme torre situada en medio de la ciudad.

Los tres corren a apoderarse del arco y la flecha que Roland había utilizado para matar al dragón pero Flagg los alcanza.